El sueño y el descanso son necesarios para un correcto desarrollo. En los primeros años de nuestros peques, las familias controlamos la calidad y la cantidad de sueño, por eso muchas veces surgen preocupaciones. Vamos a descubrir algunos métodos de los que se ha hablado estos últimos años sobre el sueño infantil.
Aprender a dormir: algunos métodos
Existen diferentes métodos y puntos de vista sobre la mejor opción de dormir al bebé. Teorías que son muy distintas y que muchas veces confunden a las familias. Por eso es importante observar cómo es nuestro peque y detectar cuáles son sus necesidades para ayudarle, si hace falta, a dormir.
Método Sears
El Dr. William Sears es un pediatra norteamericano que ha escrito bastante sobre el tema. El doctor piensa que dejar llorar al peque antes de dormir genera desconfianza hacia los progenitores y asocia el hecho de ir a dormir como algo traumático, por eso él propone crear espacios relajantes y tranquilos dónde el o la peque sienta la confianza y seguridad para poder descansar y conciliar el sueño.
El doctor propone que este espacio sea en la habitación de la figura de referencia y se pueda hacer colecho, enganchando una cuna a la cama familiar. De esta manera, cada persona tendría su espacio y el peque, en alguno de sus despertares nocturnos, conciliaría antes el sueño al estar en contacto visual y sentir la seguridad de sus progenitores.
Método Estivill
El Dr. Eduard Estivill Sancho es un neurólogo catalán especializado en el sueño infantil. El método Estivill consiste en que los progenitores enseñen a su peque a dormir solo o sola, hacia los 3 o 4 meses puede empezar a usarse este método.
El doctor considera que existen una serie de elementos externos que tienen influencia en el sueño de los peques. Por ejemplo, si un peque se duerme mientras se mece, en el momento que no sienta el vaivén se despertará. Por eso, el doctor propone que el peque debe aprender a dormir sin factores externos como mecerlo, cantarle, darle la mano, acariciarle, darle de comer, hacer colecho, etc. Estivill sí que permite que el peque tenga un objeto (manta, peluche, etc.) para que pueda dormir toda la noche junto a él.
Además, cuando el peque llora en su cama, la persona de referencia no puede acudir a él siempre, sino que debe seguir una pauta a la que llaman “espera progresiva”. Esta consiste en ir aumentando el tiempo de espera entre el llanto del bebé y la atención que recibe, por ejemplo, el primer día dejaremos que llore un minuto antes de acudir, el segundo día 3 minutos, etc. Estivill considera que aquello que debe dar seguridad al o la peque es el objeto que se ha escogido para que le acompañe durante toda la noche.
Por otro lado, hay dos factores para Estivill que son claves a la hora de tener éxito con su método: la creación de un hábito y la seguridad de quién enseña esa habilidad. El primero se consigue con la repetición, y el segundo creando rutinas que permitan al o la peque la adquisición del hábito y poder relacionar la hora de estar en la cama con el hecho de dormir, por ejemplo.
Método Jové
La Dra. Rosa María Jové, psicóloga catalana especializada en psicología clínica infantil y juvenil y en psicopediatría, investiga sobre el sueño. En uno de sus libros “Dormir sin lágrimas” destaca dos fases de sueño que tenemos al nacer: el sueño lento y el sueño activo.
El sueño lento ayudaría al cuerpo a recuperarse del cansancio físico y ayudaría al sistema inmunológico. En él se dan las otras fases del sueño. En cambio, el sueño activo sería similar al sueño REM de las personas adultas y nos ayudaría a la gestión de las emociones y a la instauración de aprendizajes y de la memoria.
Por otra parte, la Dra. Jové considera que dejar llorar a un bebé puede provocarle un shock emocional, alterando la regulación de las emociones y demostrando al peque que quejarse no sirve de nada. Asimismo, Jové apuesta por el método “Dormir sin lágrimas” en el que se enseñaría al o la pequeña dormir de esta manera. Para ello, establece ciertos puntos a considerar:
- Despertares nocturnos: grandes y peques nos despertamos por la noche, no siempre tenemos un sueño continuado. La diferencia es que en la adultez se tienen más técnicas para volver a conciliar el sueño que en la niñez.
- Diferenciar entre el día y la noche: establecer rutinas y preparar el ambiente para la hora de ir a dormir (regular la luz, el ruido, la temperatura, etc.).
- Observar a los y las peques: cómo se van a dormir, cómo duermen, cómo se levantan… cualquier señal de sueño del bebé que nos ayude a establecer sus rutinas y mejorar su sueño, si es el caso.
- Colecho: para la Dra. Jové es muy importante la práctica del colecho, ya que en caso de despertarse, al estar en contacto con los progenitores, el ratito es más corto.
- Lactancia: la Dra. Jové indica que la composición de la leche materna, el contacto con la mamá y el reflejo de succión son factores que ayudan a conciliar el sueño.
Método Hogg
Tracy Hogg es enfermera y una de las autoras más vendidas de Gran Bretaña. Su libro “Guía práctica para tener bebés tranquilos y felices” se ha convertido en un imprescindible de los hogares dónde viven peques.
El método de Hogg es conocido como “E.A.S.Y”, que significa “fácil” en inglés y es el acrónimo de “Eat, Activity, Sleep, You” (comer, actividad, dormir, tú). La enfermera aclara que si el o la bebé ya duerme correctamente, no hace falta modificar ninguna rutina (esto quizás altera su sueño), ya que es importante que al encontrar aquello que funciona se pueda continuar usando. Algunos de sus consejos son:
- Crear una rutina para tranquilizar al o la bebé, antes de ir a la habitación.
- Ir a la cama cuando aún no esté del todo dormido.
- Que el o la bebé pueda dormir de manera independiente en su cama, fomentando la autonomía, pero no dejando que llore.
- Coger en brazos, abrazar, consolar cuando llore… todo está aconsejado si al o la bebé le tranquiliza y le ayuda a conciliar el sueño.
- Intentar que no se duerma con objetos de soporte (como los chupetes), ya que en ausencia de estos podría entrar en una crisis de nervios.
Estos son cuatro de los muchísimos métodos que existen para dormir a los y las más peques de la casa. Hay que recordar que cada peque es diferente, y que quizás nos deja de funcionar algo que nos ha funcionado antes, porque ha cambiado de etapa madurativa del sueño. Para dormir a un o una peque, es muy importante mantener la calma y observar aquello que le va bien y se adapte a todas las partes implicadas: peques, mamá, papá, hermanitos o hermanitas, etc.
Para acabar, os dejamos una frase magnífica que la Dra. Rosa Jové dice en su libro “Dormir sin lágrimas”: “Queremos que los niños duerman como los mayores, pero olvidamos que para dormir como un mayor ¡hace falta serlo!”
Autora: Laia Ruiz. Educadora Social.
FUENTES
Estivill, E. (2014). Duérmete; Niño (3ra edición). Penguin Random House Grupo Editorial.
González, Ó. (2017, 26 junio). Escola de pares de nens de 0 a 6 anys: Educar amb talent. Amat Editorial.
Jove, R. (2006, 1 abril). Dormir sin lágrimas (Psicología y salud) (1.a ed.). LA ESFERA DE LOS LIBROS, S.L.
Sears, W. y Sears, M. (2010). Tu hijo dormirá… y tú también: cómo ayudar a tu bebé a dormir plácidamente toda la noche. RBA LIBROS.