Familias plurilingües

Más de la mitad de las personas que habitamos el mundo somos bilingües. Los niños y las niñas nacen con la capacidad de distinguir los sonidos de diferentes lenguas y, a partir de los 8 meses, empiezan a centrarse en aquellos sonidos más frecuentes, los que oyen a su alrededor y será su lengua materna. 

¿Qué es el plurilingüismo?

Una persona plurilingüe es aquella capaz de comunicarse en más de un idioma. Aquí, la bibliografía tiene sus matices. Algunas autoras defienden que el plurilingüismo se debe considerar cuando se hablan más de tres idiomas, puesto que la capacidad de hablar dos idiomas sería bilingüe, y la capacidad de hablar tres, sería trilingüe. Mientras que otras personas solo diferencian entre personas “monolingües” (una lengua) y personas plurilingües (dos o más).

Asimismo, hay profesionales que consideran que bastan algunas palabras bien dichas en idiomas distintos, mientras que hay otras personas que creen que una persona plurilingüe es aquella que sabe hablar perfectamente dos idiomas, o más (Montari, 2007).

Por otro lado, es importante no confundir los términos “plurilingüe” con “multilingüe”. El primero siempre irá destinado a las personas, mientras que el segundo serán territorios, países o grupos en los que se usan diferentes lenguas.

El cerebro del bebé

Patricia Kuhl es científica y profesora de la Universidad de Washington especializada en el estudio del cerebro de los bebés. En una de sus investigaciones descubrió que el cerebro del bebé es capaz de reproducir todos los idiomas del planeta. Las lenguas tienen un conjunto único de sonidos que, al nacer, niños y niñas tienen la habilidad de distinguirlos todos. A medida que crecen, y antes incluso de hablar, esta habilidad va disminuyendo poco a poco.

Esto sucede porque el cerebro del bebé es totalmente permeable. Así, un bebé de hasta seis meses de edad es capaz de percibir hasta 800 fonemas útiles para todos los idiomas del globo terráqueo. Entre los primeros seis y ocho meses de vida el monolingüismo no existe y los bebés aprenden idiomas gracias a los estímulos auditivos de su alrededor. Sacado de uno de sus experimentos, Kuhl nos ofrece un ejemplo muy significativo: las personas de Japón no distinguen los fonemas “l” y “r”, por lo que “pala” y “para” les suena igual; en cambio, un bebé en Tokio es capaz de distinguir esos dos sonidos, de la misma manera que lo hace un bebé en Seattle; pero hacia los 11 meses de edad, el bebé de Tokio ya ha perdido esta capacidad. 

Para Kuhl, los niños y niñas son genios hasta los 7 años. Hasta este periodo de tiempo, la infancia tiene una gran facilidad para distinguir los sonidos, luego hay una disminución sistemática al convertirnos en oyentes cultura-dependientes de nuestro idioma. En la pubertad aún tenemos el cerebro lo suficientemente plástico como para aprender un idioma de una manera casi extraordinaria, pero a medida que nos hacemos mayores perdemos la habilidad de hablar tal y como lo hace una persona nativa. 

¿Qué tipo de familia plurilingüe somos?

Hay diferentes maneras de ser plurilingüe según las estrategias que utilicemos como familia. Suzanne Barron-Hauwaert (2004) las categoriza en seis:

  • Una persona, una lengua. Método conocido cómo OPOL (por sus siglas en inglés one person/one parent – one language), es el más usado en la mayoría de familias a lo largo de los años. Consiste en que cada progenitor tiene una lengua materna diferente y se dirige con ella al niño o a la niña, por lo que aprenderá ambos idiomas de manera simultánea. Dentro de esta categoría existen dos variantes:
    • OPOL con lengua mayoritaria dominante. Esto pasa cuándo uno de los progenitores es la única fuente de lengua minoritaria y los niños o niñas hablan un idioma mayoritario (normalmente porque se relacionan en esta lengua en la escuela y con sus amistades). 
    • OPOL con lengua minoritaria hablada entre progenitores. Tal y como indica el nombre, ambos progenitores hablan una lengua minoritaria (diferente a la comunidad) en casa. Esto pasa cuando la pareja se conoce hablando esta lengua minoritaria y van a vivir a un país que tiene otro idioma diferente, por ejemplo: una madre anglófona casada con un alemán, siempre han hablado inglés, y ahora viven en un país con otro idioma diferente.
  • Lengua minoritaria en casa. La familia habla un idioma en casa (lengua minoritaria), ya que los niños y niñas se exponen a diario a la lengua mayoritaria fuera del hogar. Este tipo es común en familias migrantes que tienen un idioma diferente al que se usa en el país de acogida.

  • Estrategia trilingüe. Este tipo lo dividimos en dos:
    • Progenitores que hablan idiomas diferentes a los del territorio en el que viven (esto sería parecido al método OPOL). 
    • Los progenitores tienen idiomas maternos diferentes y, además, hablan una tercera lengua con la familia, que suele ser un idioma más internacional. Por ejemplo: papá habla francés, mamá habla italiano y en la familia se habla en inglés.

  • Estrategia mixta. Muchas familias optan por este método. Pasa especialmente con familias que viven en áreas bilingües y varios idiomas confluyen en una misma conversación.

  • Estrategia del lugar y del momento. Consiste en hablar un idioma diferente en determinados lugares o momentos, por ejemplo una familia que habla castellano habitualmente, los sábados por la mañana habla inglés. Es una técnica poco utilizada, puesto que requiere mucha organización y control y los peques no siempre están dispuestos a aceptar este cambio idiomático.

  • Estrategia artificial. Cuándo la familia habla el mismo idioma que la comunidad, pero quiere añadir un segundo idioma para su peque. Normalmente, una técnica es contratar a una persona externa que tenga como lengua nativa el idioma deseado, ya sea para ayudar en la crianza o para dar clases particulares. Este es el caso de la mayoría de familias en España, que en el hogar hablan castellano, pero quieren que sus peques aprendan inglés o francés, y se apoyan de una au-pair o de clases extraescolares para que puedan familiarizarse con el idioma y aprenderlo.

Y en tu familia, ¿se utiliza alguna de estas estrategias?

Autora: Laia Ruiz. Educadora Social. 

Fuentes

Barron-Hauwaert, S. (2004). Language strategies for bilingual families. The one-parent-one-language approach. Clevedon, Multilingual Matters P. 

Kuhl, P. (2011, febrero). The linguistic genius of babies [Video]. Conferencias TED. https://www.ted.com/talks/patricia_kuhl_the_linguistic_genius_of_babies 

Montanari, E. (2007). Crecer en una familia bilingüe. Ceac familia. 

Solé, A. (2010). Multilingües desde la cuna. Educar a los hijos en varios idiomas. Editorial UOC.