Mindfulness: atención plena con niños

Las técnicas de relajación o de calmarse a sí mismo son algunas de las capacidades psicológicas más importantes que su hijo puede aprender. Además de ser un antídoto para situaciones específicas de tensión, esta técnica permite que los niños, adolescentes y adultos se sientan más renovados, más relajados e incluso con mayor energía.
¿MINDFULNESS QUÉ ES?
En esta introducción al término nos vamos a fijar en nuestro autor favorito en español Vicente Simón (2006) que  entiende el mindfulness como un estado simple y familiar que todos nosotros hemos experimentado numerosas ocasiones, por ejemplo, cuando somos conscientes de lo que estamos haciendo y pensando. Dicho de manera sencilla, es la práctica de la autoconciencia a través de la concentración mental. ¡Qué mejor que practicarlo con nuestros niños! Aprender a parar y a estar en contacto con la realidad del momento presente para tener conciencia de lo que hacemos es el objetivo.
Esta práctica nos ayuda a vivir en paz con la inevitabilidad del cambio. Nos permite a concentrarnos en lo que de verdad importa. Es un método utilizado en psicoterapia como tratamiento contra el estrés, la ansiedad y la depresión. Psicológicamente nos ayuda a potenciar nuestro crecimiento como persona. A nivel corporal, mejora tanto la capacidad inmunológica como el alivio de dolores óseo-musculares crónicos. Los expertos explican que la relajación produce los efectos inmediatos de reducir nuestra necesidad de oxígeno, aumentando nuestras ondas cerebrales alfa (asociadas a la creatividad), disminuyendo nuestro lactato sanguíneo (una substancia producida por el metabolismo de los músculos esqueléticos y asociada a la angustia), y disminuyendo nuestro ritmo cardíaco. Ejercita nuestro cerebro y mejora la calidad del sueño.
Para comprender mejor el mindfulness la psicóloga Miró (2006) nos recomienda hacer la lectura de este poema a nuestros niños:
La casa de huéspedes
El ser humano es una casa de huéspedes.
Cada mañana un nuevo recién llegado.
Una alegría, una tristeza, una maldad
Cierta conciencia momentánea llega
Como un visitante inesperado.
¡Dales la bienvenida y recíbelos a todos!
Incluso si fueran una muchedumbre de lamentos,
Que vacían tu casa con violencia
Aun así, trata a cada huésped con honor
Puede estar creándote el espacio
Para un nuevo deleite
Al pensamiento oscuro, a la vergüenza, a la malicia,
Recíbelos en la puerta riendo
E invítalos a entrar
Sé agradecido con quien quiera que venga
Porque cada uno ha sido enviado
Como un guía del más allá.
¿CÓMO EMPEZAR A HACERLO?
Una vez introducido el término de atención plena, continuemos viendo algunos de sus beneficios y acercarlo a los más pequeños. Podemos empezar a entrenar la respiración diafragmática. Es una tarea que conlleva práctica y acompañamiento del adulto. El niño debe estar tumbado cómodamente en la cama, sofá o colchoneta sin que le oprima ninguna prenda ni le moleste ningún objeto próximo. Podemos comenzar sin retener totalmente el aire, ya que cuando no se está acostumbrado genera un poco de angustia, y poco a poco ir reteniendo un poco más. Es muy útil, para conseguir que conozca hacia dónde tienen que llevar el aire, poner una de nuestras manos encima del diafragma, que se encuentra entre la caja torácica y el abdomen. Otro truco es que hinche la tripa lo más que pueda,  ya que así nos aseguramos que el aire llega hasta esta zona.
Podemos utilizar el símil de un globo para ayudar a imaginar cómo se infla y se desinfla, aprenderán a inspirar por la nariz y a expirar por la boca. Mientras podemos acompañar con esta secuencia:
Empezamos cerrando los ojos. Una vez cerrados, se coge el aire por la nariz muy despacio, aguántalo un momento. Una vez hecho, lo soltamos por la boca muy lentamente hasta que te quedes sin aire. Otra vez, coge el aire por la nariz muy despacio, aguántalo un momento, suéltalo por la boca muy lentamente. Una vez más, coge el aire por la nariz muy despacio, aguántalo un momento, suéltalo por la boca muy lentamente. Descansa.
La técnica de la relajación nos ayuda a desarrollar habilidades de autorregulación emocional y de tolerancia a la frustración para afrontar adecuadamente los momentos de desánimo. Después de varias semanas de entrenamiento, los niños, tendrán una gran herramienta a utilizar cuando comiencen a sentir que sus cuerpos responden al estrés o a un estado emocional no deseado. Conviene dedicar cada día algunos momentos a relajarse y a pensar en los aspectos positivos de uno mismo y de lo que nos rodea.
CONSEJOS
Como padres, algunos expertos en la materia de nuestro país, nos aconsejan practicar el mindfulness observando a nuestros hijos:

  • Intenta imaginar el mundo desde el punto de vista de tu hijo.
  • Imagínate cómo se te ve y escucha desde el punto de vista de tu hijo.
  • Practica el ver a tus hijos como simplemente perfectos de la forma que son.
  • Estate atento a tus expectativas respecto de tus hijos y considera si son verdaderamente ¿falta algo aquí? en su mejor interés.
  • Cuando te sientas perdido, detente y medita.
  • Desarrolla la presencia silenciosa y la escucha.
  • Aprende a vivir las tensiones sin perder el propio equilibrio.
  • Pide disculpas a tu hijo cuando hayas traicionado su confianza.
  • Date cuenta de que cada hijo es especial y tiene sus propias necesidades
  • Pon límites firmes desde el conocimiento y el discernimiento y no desde el miedo o el deseo de control.
  • Trabaja continuamente en la meditación y en el propio autoconocimiento, a fin de poder darles lo mejor que tenemos: uno mismo.

Con todo lo expuesto, queda claro que el mindfulness es una función mental que nos permite mantener el foco de nuestra atención en una experiencia inmediata del presente. Es decir, que se centra en el aquí y el ahora. Hay que realizar un hueco entre el pasado y el futuro. Implica «quedarse libre de preocupaciones y de anticipaciones. Requiere atención a lo que nos pasa y está pasando, para mirar y formular la intención de ver, es decir, una actitud receptiva. Creemos que la creación de un estilo de vida para tus hijos que fortalezca el sistema inmunológico de sus cuerpos los ayudará ahora y en el futuro.
Acuérdate de prestar atención de esta manera tan especial: pon tu intención en el momento presente sin juzgarlo y atiende a lo que estás experimentando, mientras lo estás experimentando.
Autora: Belén Aglio, Psicóloga.

FUENTE
González Santana A. Mindfulness: guía práctica para educadores. España: Universidad del País Vasco; 2014. p. 40
Miró, M. T. (2006). La atención plena (mindfulness) como intervención clínica para aliviar el sufrimiento y mejorar la convivencia. Revista de Psicoterapia, Época II, Volumen XVII – 2º/3er. trimestre 2006 (66/67): 31-76. ISSN: 1130 -5142.
Ortega Quilez, R (2006). Juegos de relajación en educación infantil. Los más pequeños aprenden a respirar. Revista digital investigación y educación.
Simón, Vicente M. (2006). Mindfulness y neurobiología. Revista de Psicoterapia, Época II, Volumen XVII – 2º/3er. trimestre 2006 (66/67): 5-30. ISSN: 1130 – 5142.