¡Que no se apague la llama de la creatividad!

Durante la infancia nuestra creatividad está en su punto más álgido. Pero nuestra capacidad creativa va disminuyendo a medida que crecemos. ¿Os habéis preguntado alguna vez qué podemos hacer para prolongar este periodo creativo de nuestros y nuestras peques? ¡Vamos a descubrirlo en el artículo de hoy!

Creatividad infantil para cambiar el mundo

No hay una única definición del concepto de “creatividad”, pero la mayoría de autores y autoras tienen como denominador común la idea de crear algo nuevo, de generar nuevas ideas o soluciones más allá de las que son usuales.

Para Rosa Jové, la creatividad es una de las competencias más importantes y útiles a la hora de cambiar el mundo, ya que permite avanzar, creando e inventando cosas nuevas. Por este motivo, es muy importante fomentarla en la niñez para tener éxito en la adultez.

Durante la etapa infantil la creatividad está en su máximo esplendor, puesto que aún no ha sido moldeada por las personas adultas ni por las escuelas. Los niños y niñas gozan de una imaginación increíble y una curiosidad infinita, por eso son felices pensando que todo aquello que imaginan o crean se puede hacer realidad y disponen de la capacidad de poder idear diversas soluciones ante un mismo problema.

Hablemos de los clips. Ese pequeño objeto metálico frecuente en oficinas que, con su mecanismo tipo pinza, puede agrupar documentos de manera temporal. El conocido educador y escritor Sir Ken Robinson hizo un experimento y preguntó a 1500 personas cuántos usos se les ocurría para un clip. La mayoría de personas propuso entre 10 o 15 usos (un rascador de espalda, un anzuelo, una percha para muñecas…), las personas muy creativas pueden dar 200 fácilmente, ya que se hacen preguntas cómo “¿puede ser de 61 metros de alto y de gomaespuma?”, cuestionando la primera visualización que tenemos de este material y explorando otros aspectos, fantaseando con diversos tamaños y materiales. 

Algunas personas superaron el nivel propuesto por el test y se consideraban “genios del pensamiento divergente”, por lo que Sir Ken Robinson quiso saber qué tipo de personas eran aquellas que habían pasado ese rango. El 98% de las personas “nivel genio” eran peques de la etapa preescolar. Al ser un test longitudinal, volvió a hacer el test a estos peques 5 años después, cuando tenían entre 8 y 10 años y el porcentaje de personas con nivel genio fue del 50%. Volvieron a repetir el experimento 5 años más tarde, y el porcentaje continuó bajando. 

Sir Ken Robinson, ante los resultados de este experimento, quiso destacar dos cosas. La primera es que todo el mundo nace con la capacidad creativa y con un alto nivel de imaginación; la segunda es que a medida que crecemos, esta capacidad se deteriora y el autor señala que una de las causas de este detrimento es la educación. 

¿Favorece la escuela a la creatividad?

Con el experimento del clip vemos que a medida que crecemos, nuestra capacidad de creación e imaginación va disminuyendo. Esto se debe a que empezamos a dirigir los pensamientos y actos de nuestra infancia para dirigirles a aquello que se considera correcto en la adultez. 

La mayoría de metodologías utilizadas en la escuela se basan en el pensamiento convergente del niño o de la niña, es decir, se les pide una solución concreta ante un problema. Muchas veces sin dar una explicación coherente y siguiendo la máxima de “es así porque siempre ha sido así”, por lo que la frustración de nuestros peques aumenta, ya que no les ofrecemos la oportunidad de experimentar y que sean capaces de ver si realmente puede o no puede ser de la manera que creen (y crean).

En la mayoría de centros educativos, aún habiendo cambios significativos los últimos años, existe una necesidad de desarrollar el pensamiento divergente, que busca variedad para generar diversas soluciones ante diversos problemas, y que permite a nuestros peques poder buscar explicaciones acordes a su capacidad y motivación. 

Por otro lado, debemos tener en cuenta que los sistemas educativos actuales se desarrollaron para satisfacer las necesidades de la Industrialización en el siglo XIX, por lo que las necesidades de la sociedad y el mundo han cambiado a lo largo de dos siglos y la educación debe ir acorde al mundo actual. Asimismo, la educación debe seguir evolucionando, ya que hay una necesidad clara de formar a personas creativas, capaces de desenvolverse en diferentes medios, con la habilidad de saber dónde buscar información y poder discernirla y poder aplicarla de diversas maneras. Para ello, el profesorado debe tomar consciencia de la importancia de la creatividad y transformar sus clases más allá de la inclusión de una asignatura de arte.

Tips para fomentar la creatividad

A pesar de olvidarlo muchas veces, antes de ser personas adultas también vivimos nuestra niñez y permitirnos conectar con nuestro “yo infantil” nos puede ayudar a educar a nuestros peques de una manera distinta, tanto en casa como en el aula.

Las personas que acompañamos a la infancia tenemos que estar preparadas para ofrecerles espacios que inviten al desarrollo de la capacidad creativa e imaginativa del o la peque. Para ello hay que tener en cuenta, entre otras cosas, la distribución del espacio, la cantidad de peques que hay en cada grupo, la diversidad tanto de materiales (bien organizados y accesibles a los niños y niñas) como de actividades realizadas… Además de la implicación de otras personas, y es que es muy buena idea que los peques se puedan inspirar de compañeros y compañeras de otras edades y grupos, de docentes de otras aulas, de personas invitadas (familias, profesionales de dentro y fuera del centro, etc.).

El espacio anteriormente mencionado, debe estar acompañado de tiempo. ¡Qué importante es este factor! Dejar volar la imaginación, muchas veces, requiere tiempo. Si hay prisas o existe una duración muy limitada para poder crear, nuestros peques no podrán hacerlo con libertad. Para crear es necesario experimentar, innovar, crear, errar, jugar… y poder hacerlo con suficiente tiempo.

Y, sobre todo, para poder fomentar la creatividad no podemos apagar aquello que nos ha dado la naturaleza. Los niños y niñas nacen con la necesidad de investigar, de experimentar, de imaginar, de crear… y además de motivarlos para que sigan haciéndolos, debemos hacerles creer que sí son creativos y creativas, apoyándolos en sus ideas y no coaccionándolos.

No puedes agotar la creatividad; mientras más la usas, más tienes.” Maya Angelou. 

Autora: Laia Ruiz. Educadora Social. 

FUENTES

Cemades, I. (2008). Desarrollo de la creatividad en Educación Infantil. Revista Creatividad y Sociedad.

Jové, R. (2017). La escuela más feliz. La esfera de los libros.